Una
forma crucial para “controlar” la esquizofrenia es utilizar antipsicóticos como
un mágico tratamiento pero, ¿en verdad son mágicos?
La
función de estas píldoras es reducir las alucinaciones, delirios, pensamientos
desordenados y otros síntomas comunes de la esquizofrenia pero lamentablemente
muy pocos saben cómo atacar adecuadamente el aislamiento social y la apatía que
por supuesto son otras características importantes que tienen los
esquizofrénicos.
¿Por
qué utilizar pastillas para un problema cerebral en lugar de escuchar el dilema
y buscar una solución adecuada para el paciente? La respuesta está en que
algunos psiquiatras buscan un método fácil para controlar a sus clientes como
dice Carl Roger “La persona NO es un paciente si no un cliente, una persona que quiere
mejorar su problemática”. Y esto lo piden a gritos las personas afectadas
porque lo que buscan es poder afrontar ante la sociedad su enfermedad y con
ayuda de un especialista lograr una vida normal.
Es
fácil determinar que con un medicamento las personas sanan rápidamente pero en
realidad, las sustancias que contienen los antipsicóticos afectan
incontrolablemente el comportamiento de las personas provocándoles efectos
secundarios como somnolencia, mareos, visión borrosa,
taquicardia, sensibilidad al sol, rigidez, espasmos musculares, temblores,
desasosiego, y por si fuera poco les atraen una nueva enfermedad llamada "disquinesia
tardía" que es una enfermedad que puede presentarse débil o
intensamente, es caracterizada por movimientos anormales en la cara, boca,
pasando por los brazos y piernas.
El Instituto de Salud Mental
(National Institute of Mental Health, NIMH) fomentó un estudio llamado Ensayos Clínicos de Antipsicóticos y su
Efectividad en la Intervención (CATIE) en el cual
se comparó la efectividad y los efectos secundarios de cinco antipsicóticos. Ésta
investigación demostró que la perfenazina funcionaba bien pero como las
personas responden de manera diferente a los distintos medicamentos, decidieron
que es importante diseñar cuidadosamente un tratamiento para cada persona en
particular.
Realmente, ¿qué está pasando con los estudios y avances médicos para resolver adecuadamente los problemas mentales que nuestra sociedad presenta actualmente?
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